La verdadera revolución de las redes ópticas aún no ha ocurrido

Aug 21, 2023

¿Qué quieren las empresas de sus servicios de red? Lo mismo que cualquier cliente quiere de cualquier bien o servicio que compre: "Quiero más por menos". ¿Nuevas características del servicio? Claro, siempre y cuando resulten en menores costos para los clientes. ¿Nuevos modelos de facturación como precios bajo demanda? Claro, siempre y cuando su uso reduzca el costo. Si habla con los planificadores empresariales, su atención se centra en realizar cambios que reduzcan sus costos generales, punto.

¿Qué pasa con los proveedores de esos servicios de red? Su objetivo universal es "Quiero detener la caída de mis ganancias". Si alguna vez hubo un ejemplo de diferencias irreconciliables, esa es la brecha entre lo que quieren los clientes (más por menos) y lo que quieren los proveedores (más ganancias). ¿Cómo pueden las empresas gastar menos mientras los proveedores ganan más? Lo que necesitamos es una revolución, y el enrutamiento óptico podría ser la solución.

Las redes ópticas han hecho mucho por nosotros. Las tuberías grandes y gruesas cuestan menos por unidad de capacidad que las pequeñas y delgadas, lo que significa que cuando se construyen redes se debe concentrar rápidamente el tráfico a niveles de gran tamaño, donde las economías de los avances ópticos como la división de longitud de onda y la multiplexación por división de longitud de onda densa (WDM y DWDM) ) se puede aplicar en el núcleo. A los proveedores de redes ópticas como Ciena les ha ido bastante bien porque las redes ópticas están ahorrando dinero allí.

Todo esto puede parecer como si ya hubiéramos tenido nuestra revolución de las redes ópticas, pero ese no es el caso por dos razones. Primero, el núcleo no está en todas partes. De hecho, los operadores de red me dicen que las redes centrales representan menos de una cuarta parte de sus costos de red y que su mayor concentración de costos se encuentra en el borde. Incluso los grandes ahorros de costos en la red central pueden verse diluidos por otros costos, hasta el punto de que solo crean un hoyuelo en el resultado final. En segundo lugar, la concentración del tráfico entrante desde el borde de la red casi siempre se realiza con dispositivos eléctricos en lo que a menudo se denomina “capa de agregación”. Y cada vez que dices “capas”, estás acumulando gastos de capital para comprar cosas como enrutadores y gastos operativos para administrarlos. Todos esos costos erosionan los beneficios de la economía de escala.

Supongamos que puede acercar la óptica a ese costoso borde haciendo que el enrutador forme parte de su red óptica. Aquí es donde entra en juego el enrutamiento óptico. Hoy en día, los enrutadores utilizan interfaces Ethernet ópticas que no son compatibles con la multiplexación por división de longitud de onda densa (DWDM) utilizada en las redes de transporte ópticas modernas. Sin embargo, si sustituyéramos las interfaces DWDM por Ethernet óptica, podríamos conectar enrutadores directamente a nuestro núcleo óptico, sin capas adicionales, sus costos y sus cargas de administración.

Con interfaces DWDM en enrutadores, es posible construir redes ópticas que cambien longitudes de onda (usando “multiplexores ópticos add-drop reconfigurables” o ROADM) que lleguen hasta el borde. Estos aumentan la capacidad en el borde, reduciendo la congestión que crea desafíos de gestión de capacidad. Los estándares de transporte óptico también incluyen corrección de errores directos (FEC) para que los errores de bits en una ruta se corrijan en vuelo y no creen la necesidad de retransmisión. Eso también reduce las cargas de gestión, porque la retransmisión inmoviliza los dispositivos. Finalmente, el manejo óptico con menos capas de conversión electroóptica significa una menor latencia, y eso significa que las aplicaciones sensibles al retraso pueden admitirse mejor.

El enrutamiento óptico podría crear una gran reserva de capacidad que llegue incluso al usuario. Las empresas utilizan VPN de conmutación de etiquetas multiprotocolo (MPLS) para sus conexiones de sitios principales, y éstas tienen un enrutador de acceso al final de una ruta óptica. Si ese enrutador tuviera una interfaz compatible con DWDM, podríamos enviar una longitud de onda completa a cada sitio VPN MPLS. Luego podríamos usar un enrutador “metro” más grande para terminar todas estas longitudes de onda, lo cual es más económico que tener enrutadores más pequeños por cliente en esa misión. El costo de esto debería ser un poco menor de lo que vemos hoy y el potencial de capacidad debería ser mucho mayor.

La innovación óptica de paquetes, plenamente explotada, podría hacer realidad el deseo de nuestra empresa de “más por menos”, un cambio transformador para las empresas de telecomunicaciones en general y para las ganancias de los servicios empresariales. Quizás también podría limitar la cantidad de sitios VPN actuales que son desplazados por servicios SD-WAN de bajo costo basados ​​en Internet. Esto podría proteger una mayor parte de los ingresos que los operadores de VPN MPLS ahora corren el riesgo de perder, y eso podría ayudar a justificar la inversión en enrutamiento óptico.

El beneficio final del enrutamiento óptico es la mejora general en la latencia que vemos gracias a la combinación de mayor capacidad y menos dispositivos en la ruta de datos. Muchas aplicaciones de IoT requieren baja latencia y hoy en día son compatibles con computadoras ubicadas cerca de los elementos de IoT porque la latencia de la red podría comprometer la precisión de los sistemas de control que ejecutan. ¿Podría el enrutamiento óptico de menor latencia crear una oportunidad para incorporar “el borde” a la red, creando una nueva oportunidad de servicio para las empresas de telecomunicaciones y los proveedores de nube? Sí, podría.

El enrutamiento óptico podría ser la revolución que necesitamos, pero para que eso suceda necesitamos más confianza en la estrategia de ambas partes. Sólo un tercio de las empresas con las que he hablado cree que las empresas de telecomunicaciones podrán realizar cambios en la red que les permitirán mantener los costos, y menos del cinco por ciento piensa que se les ofrecerá más por menos. Curiosamente, más empresas de telecomunicaciones creen en el enrutamiento óptico que empresas; la mitad de las personas con las que he hablado piensa que reducirá los costos de red “significativamente” y poco menos del 20% piensa que en realidad podría permitirles ofrecer un rendimiento mejorado con al menos una ligera reducción en el precio. Si el enrutamiento óptico es potencialmente tan transformador, ¿por qué las empresas de telecomunicaciones no lo hacen en todas partes?

Pueden ser los proveedores de equipos. Aunque las interfaces DWDM en los enrutadores generarían ingresos incrementales para los proveedores de enrutadores, también podrían permitir que las redes ópticas DWDM/ROADM socaven las ventas de enrutadores centrales en el corto plazo, y para los ejecutivos de los proveedores con precios de acciones fijos, eso es algo malo. La mitad de las empresas de telecomunicaciones dicen que los proveedores no están impulsando el enrutamiento óptico y sólo lo ofrecen si se les solicita. Tendremos que esperar y ver si los beneficios tanto para las empresas de telecomunicaciones como para los compradores de servicios empresariales pueden superar la obsesión de los proveedores por obtener sus cifras trimestrales.

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